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31/01/2023 | El seguimiento de la medicación con SPD reaviva la farmacia rural
Gema Suárez Mellado. Madrid
Mar, 31/01/2023 - 08:00
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La palabra filandón hace referencia a una reunión social que se hacía en los pueblos en torno a la chimenea cuando finalizaban las faenas agrícolas y ganaderas. Mientras las mujeres filaban (del castellano antiguo, que significa hilar) la lana de la oveja, los pastores contaban historias, se cantaban rimas o se contaban chistes, cotilleos, y la cultura oral pasaba de abuelos a padres e hijos. Luego llegó la radio y la televisión y esta tradición desapareció.
Por lo que representa este término para el entorno rural, no es casualidad que el COF de León lo haya utilizado para dar nombre al proyecto que desde hace pocos meses ha puesto en marcha en sus farmacias rurales con el apoyo de la diputación. Pero, ¿en qué consiste? Como explica a Asunción Balado, secretaria del COF de León, el proyecto busca "incrementar la adherencia terapéutica de los pacientes" mediante la dispensación de sistemas personalizados de dosificación (SPD) preparados en las farmacias, además de "favorecer la viabilidad de las boticas" y dar visibilidad al trabajo que se desempeña en las farmacias de la zona rural. Según Balado, "en el medio rural existe una mayor proporción de población envejecida que vive sola, es pluripatológica y polimedicada y que, además, tiene dificultades para cumplir con la toma de sus medicamentos", lo que justifica la necesidad de esta iniciativa.
Se han adherido 92 farmacias, que han sido previamente formadas, y existen otras tres en espera. Cada una va a llevar como máximo a ocho pacientes a los que harán una revisión de la medicación previa y les prepararán semanalmente los SPD. En concreto, esta actuación va dirigida a "pacientes que tengan problemas en la toma de medicamentos, que residan en su domicilio de manera permanente en el medio rural de la provincia de León y que sean polimedicados (que toman más de cinco fármacos), pudiendo ser usuarios o no de ayuda a domicilio, dependientes o con falta de figuras de apoyo o cuidador", aclara la secretaria del COF de León. Teniendo en cuenta estos criterios, los candidatos del servicio son evaluados desde un punto de vista sanitario y social. "La baremación sanitaria -explica- se lleva a cabo desde las farmacias y uno de los criterios que se tiene en cuenta es si el paciente ha sido derivado por otro profesional sanitario. En cambio, la baremación social la realizan los centros de acción social (CEA) de la diputación".
Servicio remunerado
Otra característica relevante del proyecto es que el servicio está subvencionado por la diputación, que ha aportado 176.640 euros. Esto implica que el farmacéutico recibe una remuneración de 5 euros por paciente y semana y al usuario no le supone, en ningún caso, un desembolso económico.
Marta González, directora del Departamento Farmacéutico Profesional del COF de León, relata que, tras la solicitud de adhesión, la baremación sanitaria y la inclusión del paciente al programa, la farmacia "debe recopilar la información para estudiar la medicación del paciente y elaborar el SPD. Además, debe cerciorarse en la entrega del dispositivo de que el paciente conoce cómo utilizar el SPD". En este caso, especifica que los SPD que preparan los farmacéuticos son manuales y, como añade Balado, constan de 28 alvéolos en los que se deposita la medicación necesaria para cubrir las tomas de toda la semana.
González añade que el farmacéutico "debe dejar constancia, a través de los documentos incluidos en el procedimiento del servicio de la adherencia terapéutica, de los cambios en la medicación realizados y las posibles incidencias que haya podido detectar".
Javier Herradón, presidente del COF de León, pone el énfasis en el impacto que va a tener este proyecto en la población y en la profesión: "Serán 736 pacientes los que recibirán este dispositivo con el que se asegurará que toman bien su medicación y cumplen con el objetivo, y este beneficio es indudable". Lograr este impacto en la salud le hace pensar que la colaboración de un año acordada con la diputación podría prolongarse. Asimismo, subraya que en la farmacia se realizan multitud de servicios en beneficio de la salud, "hasta ahora no remunerados como los de urgencia nocturnos"; por tanto, que en este proyecto se pague es un gran avance. "Ojalá suponga la puerta de entrada a colaborar con otros organismos y el pago por más servicios", afirma esperanzado. Y como soñar es gratis, Herradón sugiere que, a nivel autonómico, se podría plantear "que el SPD sea prescrito por atención primaria como se hace con un producto sanitario o con otro medicamento".
El germen de una experiencia de éxito
El proyecto Filandón del COF de León es solo una mecha que se prendió hace tiempo en otras tres provincias de Castilla y León: Soria, Palencia y Segovia.
De hecho, la primera en tomar la iniciativa fue Soria, que en 2015 puso en marcha un programa de similares características centrado en el seguimiento de la medicación con SPD de personas polimedicadas (con más de cinco fármacos) en municipios de menos de mil habitantes. En este caso, no fue hasta 2017 cuando obtuvieron el apoyo de la diputación.
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En esta provincia, la experiencia sigue más viva que nunca, con un número creciente de pacientes y de farmacias participantes, según apunta a este periódico Javier Alonso Martínez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Soria: "El año pasado teníamos a 92 pacientes en seguimiento con SPD y, actualmente, contamos con 14 farmacias adheridas de un total de 61 que hay en la provincia".
Como en León, en Soria el servicio también está remunerado para el farmacéutico y subvencionado para el paciente, aunque los boticarios sorianos cobran 7 euros por SPD realizado a la semana y no 5.
Además de los números, lo importante de esta experiencia es la gran acogida que ha tenido durante estos años en la población. Tanto es así que, según las encuestas de satisfacción realizadas, los pacientes dan una puntuación de 9,5 sobre 10. Esa satisfacción viene de los resultados en salud conseguidos. En este sentido, Alonso Martínez destaca que se logró "una mejora de la adherencia en la mitad de los participantes (datos de 2018 con un total de 80 pacientes), se redujeron en un 80% los ingresos hospitalarios y un 40% de los pacientes conocía su medicación en condiciones".
La iniciativa llevada de Palencia, que arrancó en 2021, se conoce como Mi DOSIS y también se apoya en los SPD para mejorar la adherencia terapéutica.
Datos aportados por el COF constatan que, hasta la fecha, 42 farmacias del medio rural palentino (de las 58 que hay) se han sumado al proyecto y entre las boticas y los CEA se ha evaluado a más de 200 pacientes residentes en 68 municipios distintos. Pero hay más datos: ya se han preparado más de 4.600 SPD semanales y 180 pacientes reciben de forma semanal o mensual su medicación preparada, revisada y organizada por su farmacéutico.
En Palencia el COF llegó a un acuerdo con la diputación para la concertación del servicio. Así, los farmacéuticos que preparan SPD en esta provincia reciben 20 euros por paciente y mes. “De media, cada farmacia puede tener cinco pacientes por mes”, concreta José Luis Nájera, presidente del colegio.
Esta iniciativa ha despertado el interés del Servicio de Psiquiatría del Hospital de San Telmo, de Palencia, puesto que para sus profesionales es muy importante que sus enfermos tengan controlada la medicación. “Para los pacientes psiquiátricos tener medicación acumulada en casa puede aumentar el riesgo de suicidio o de intoxicación y los SPD son una forma de controlar los tratamientos, de tal manera que la medicación se dispensa de forma escalonada según las necesidades del paciente”, argumenta Nájera.
Perfil del paciente en seguimiento
El presidente del COF de Palencia comenta que han hecho un estudio sobre el perfil de los usuarios incluidos en el programa y han visto que el 60% toma más de seis medicamentos a la vez y un 40% entre 5 y 6. Además, un 80% tiene pautas terapéuticas complejas -un 20% tiene entre 1 y 4 pautas distintas; un 40%, entre 5 y 9, y un 40%, hasta 10-. Por otra parte, todos mostraron problemas de adherencia al tratamiento antes de iniciar el programa, como comprobaron con los resultados del test de Morisky-Green y el de conocimiento.
Lo que les ha llamado la atención es que un 40% seguía retirando su medicación de forma habitual y periódica, pero la tomaban mal, “lo que refleja el riesgo que supone la acumulación de medicación en el domicilio y la posible aparición de tomas erróneas e incluso intoxicaciones”.
Los datos también reflejan que más de la mitad se incorpora al proyecto tras recomendárselo en la farmacia (57%) o a través de los CEA (27%). En un 14% de las ocasiones es el paciente el que solicita el servicio y en un 1% son otros profesionales sanitarios los que lo indican. “Esto refleja la implicación de los trabajadores sociales y los farmacéuticos”. Ahora bien, Nájera reconoce que los médicos de primaria están muy contentos con la labor que se está desempeñando en las boticas y sostiene que cada vez son más los pacientes que acuden a la farmacia solicitando el SPD derivados por ellos. “Saben que es una forma de dar autonomía a sus pacientes”, añade.
Igualmente, desde el COF ponen en valor la baja tasa de abandono por parte de los usuarios, que es inferior al 1%; es decir, solo ocho personas han dejado el programa y, en su mayoría se ha debido a un cambio de residencia a otro municipio o al ingreso en un centro sociosanitario, “lo que demuestra el alto grado de compromiso y satisfacción de los ciudadanos con el programa”.
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Nájera destaca algo relevante y es que se están beneficiando del servicio no solo personas que viven en municipios que cuentan con una farmacia, sino también los residentes de lugares en los que no la hay, por lo que el servicio lo asume la botica cercana.
Este convenio tiene asignada una dotación económica de 84.000 euros y, según el presidente del COF de Palencia, ya “se ha incluido en los presupuestos de este año”, lo que significa una garantía de continuidad al trabajo que están realizando los farmacéuticos rurales para mejorar la adherencia terapéutica.
Respecto al acuerdo entre el COF de Segovia y la diputación (firmado en febrero de 2022 con un presupuesto de 60.000 euros), la presidenta del colegio, Marta Ruano, apunta que, tras un tiempo de rodaje, es ahora cuando está empezando a echar a andar. Según cuenta, se benefician de este servicio “las personas que residan en municipios de Segovia de menos de 20.000 habitantes con dificultades de acceso o controk de su medicación, que sean usuarias del Servicio de Salud de Castilla y León, que no estén institucionalizados en centros sociosanitarios, que pertenezca al grupo de aportaciones del TSI 02 (pensionistas) o TSI 001 (que no tienen que pagar por su medicación) y que no participen en otro proyecto de SPD”.
Ruano incide en que, al principio, eran los CEA los que seleccionaban a los candidatos, pero después decidieron que también lo hiciera el farmacéutico por el conocimiento que tiene de sus pacientes.
Aunque reconoce que ha costado arrancarlo, confirma que ya hay 45 farmacias adheridas al convenio, de las cuales 14 ya están prestando el servicio y han preparado 548 SPD (datos de noviembre de 2022). En Segovia, por cada dispositivo realizado y semana, el farmacéutico recibe 10 euros y, de momento, no tienen un número máximo de usuarios en SPD por botica. “Desde el COF hemos gestionado la adhesión de las farmacias y hemos dado prioridad a las que están en municipios de menos de 500 habitantes y luego a las de menos de 1.000”, aclara.
De cara a este año, el COF de Segovia está pendiente de firmar la renovación del convenio, “pero ya está aprobada una subvención de 30.000 euros, con posibilidad de ampliación si fuera necesario”.
Para Ruano, proyectos de estas características aportan beneficios en distintos niveles, pues “mejoran la calidad de vida de las personas, se mejora la atención sociosanitaria, se aprovecha el potencial del farmacéutico como profesional sanitario de primer nivel y se lucha contra la despoblación”.
En la misma línea se expresan los presidentes de los COF de Soria, Palencia y León, y todos destacan que, además, se apuesta por un servicio remunerado. “Aunque no sea la panacea para las farmacias VEC, es una pequeña ayuda”, se consuela Alonso Martínez.
En paralelo a estas iniciativas, es importante destacar la de Valladolid, que va más allá del SPD, y donde se acordó que cada farmacéutico recibiría entre 1.000 y 2.000 euros por una cartera de servicios (que ya realizan) y que incluye : control de parámetros biométricos en el paciente rural; ayuda tecnológica sanitaria para personas sin conocimientos o medios digitales, y atención farmacéutica del paciente rural vulnerable. Este último apartado contempla la revisión de los botiquines, atención farmacéutica domiciliaria, elaboración de SPD, y entrega de medicamentos y productos sanitarios a domicilio en casos de responsabilidad de recogida por parte del paciente, control de la adherencia, entre otras acciones.
La mecha está prendida
La situación de Castilla y León también se da otras autonomías, que, igualmente, han apostado por los SPD y la concertación de servicios. Solo hay que mirar a Cantabria, cuyo Gobierno destinó el pasado año 34.000 euros a financiar SPD en 39 municipios en el marco de la Estrategia regional para hacer frente al despoblamiento rural.
El ejemplo ha cundido en Castilla-La Mancha. Tanto es así que la Diputación de Albacete dobló en 2022 su presupuesto a 70.000 euros para realizar SPD frente a lo destinado en 2021, cuando se realizaron más de un millar de intervenciones (1.105) sobre 183 pacientes mayores del medio rural de 21 municipios. Los farmacéuticos albaceteños cobran 21 euros por paciente y mes. Del mismo modo, destacan el convenio firmado en 2021 entre el COF de Guadalajara y la diputación, dotado de 30.000 euros, y el de Cuenca. No hay que olvidar los acuerdos en Navarra, Canarias, Aragón, Baleares y País Vasco.
País Vasco, Navarra, Baleares, Canarias, Cantabria y Castilla-La Mancha tienen acuerdos para financiar los SPD
Aunque a muy pequeña escala, es justo recordar un piloto que se hizo en 2016 en una farmacia de San Bartolomé de la Torre, perteneciente a la Mancomunidad de Municipios de Beturia (Huelva), donde se inició un programa de SPD de seis meses con quince usuarios y financiado por el consistorio. Esta iniciativa sirvió para que, tres años más tarde, la Mancomunidad anunciara que incluiría los SPD en la prestación sociosanitaria.
En Galicia el esfuerzo se ha hecho en el plano legislativo. Así, en 2022 se publicó el Decreto 87/2022 por el que se regulan las condiciones para la preparación y entrega de SPD en farmacias gallegas y que otorga homogeneidad.
"Para hacer un SPD necesitas estar centrada en ello y estudiar previamente los tratamientos"
Amor Mª López González es farmacéutica en Barrientos de la Vega, León, y es una de las profesionales que se ha adherido al programa Filandón del COF y la diputación para mejorar la adherencia terapéutica de los pacientes, disponiendo su medicación en sistemas personalizados de dosificación (SPD). Ella ya tenía experiencia con estos dispositivos, que preparaba para los que más lo necesitaban. Dentro del proyecto Filandón tiene a cuatro pacientes en SPD (diferentes a los que tenía antes) y está pendiente de dos más, a la espera de su baremación por el centro de acción social (CEA). Una de las cuestiones que se tiene en cuenta en la valoración de los candidatos (importante a juicio de esta farmacéutica) “es que la persona tome pastillas en días alternos, como pasa con la digoxina”, apunta. “Que se la tengan que tomar lunes, miércoles y viernes, por ejemplo, para la gente mayor es muy complicado”, reconoce. De hecho, uno de los pacientes que ha incluido en Filandón lo ha hecho ya que tuvo una pequeña intoxicación con este medicamento”.
Amor Mª López González prepara los SPD y su compañera luego los revisa, como indica el protocolo. Foto: CARLOS CASTRO/ARABA PRESS.
Amor Mª López González prepara los SPD y su compañera luego los revisa, como indica el protocolo. Foto: CARLOS CASTRO/ARABA PRESS.
La toma de la medicación de alguno de los mayores a los que atiende en su farmacia se complica aún más por la calibración de los tratamientos cada poco tiempo. “Sucede con aquellos que toman Seguril; una semana pueden estar tomando dos al día y, a la siguiente, uno y medio, porque ya no están haciendo tanta retención”, comenta.
En su caso, es ella quien se encarga de preparar los SPD y otro miembro del equipo lo revisa, como establece el protocolo. Esta labor le supone tiempo y concentración: “No puedes estar preparando un SPD y dejarlo porque tienes que atender a una persona que entra por la puerta; necesitas estar centrada en lo que estás haciendo y estudiar previamente los tratamientos para ver si hay algo que no concuerda, si hay duplicidades, interacciones o si hay algo que se pueda mejorar para comentar con el médico”. Esto le ha llevado a tener que ampliar el horario laboral a la persona que trabaja con ella.
La buena relación con el médico facilita su labor e incluso ya le ha explicado el proyecto para que vea si hay algún paciente suyo que lo necesite.